Marina

Cuando en la noche el cielo cubre el mar
y el silencio es una música perfecta
en la nocturna travesía a tus ojos,
tu cuerpo en las aguas del poema,
la irradiante luz de tus ojos en lo alto
como si entonces nada existiera,
y verdaderamente nada existe
sólo el viento fortuito acechando
sobre las playas y las islas,
y este tiempo efímero en que transcurre
la profundidad del sueño,
manantial donde inclino mi barco.
Y nada puedo sin ti
verdaderamente,
nada puedo hacer
solitario entre los muros de una ciudad
implacable cuando amanece.

Romance en las olas

Poco a poco llegué a ti
como una gota de lluvia hasta inundarte,
como un golpe de ola que palpita
en los secretos mares
para construir
el amor.

Pequeña y blanca mía,
bella mía como piel de manzana
que devoré con profundos besos
como sonidos de mar intensos,
en el inmaculado corazón del mundo
donde cantan los pájaros celestes,
donde miro la tarde diluyéndose en el tiempo,
en el mar perfecto de tu cuerpo y su delicia
que amé, amé como un naufrago en la lluvia,
atado para siempre a tus labios de sirena.

Amor en los puertos

Porque amo
tu larga cabellera de algas
en mis ojos marinos
que en tardes intensas
acompañó mi soledad cautiva.

Belleza fresca como fruta concebida
en la resplandeciente luz de tus mejillas,
en la bella blancura de tu cuerpo asediado,
en la húmeda flor de tu boca en mi boca
bajo un cielo infinito.

Enamorado estoy de raíces profundas
como árboles inmensos en el bosque
o como ávidos besos que viajan por tu cuerpo
hasta tocar el fondo del deseo.

Pasajera en el corazón

Ella tiene el sabor de la dulce fruta
mordida por el deseo.

Bella y suave
como el viento del mar en la noche.

Porque en ella dejé correr
el hilo intenso del amor pasajero
que sale a buscarla con infinitos besos,
con amor marino y cristalino
que viaja de sus pies a su pelo,
hacia la bella expresión de su sonrisa,
hacia sus ojos de intensa primavera que me miran.

Porque por ella los días
son felices primaveras en mi canto
que se abre como una flor en la mañana
en forma de verso o beso
intenso y pasajero.

José Cabanillas (Lima, 1964), es autor de numerosos artículos periodísticos y relatos. Los poemas que publicamos pertenencen a su libro inédito Paisaje disperso.

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