Amílcar Osorio

Bodegón

el cepillo para las uñas del cuerpo
un racimo de uvas sobre la mesa de la carpintería
el serrucho para partir la carne salada
de los seis y ocho años
después de jugar al tenis
una cucharada de aserrín sobre la sopa de hongos
el martillo para quebrantar los ojos
que han caído en el tarro del barniz
las nueces y un tenedor para llevar
los bocados a la lengua

Bodegón II

la mano y las naranjas redondas para la palma
aunque recoge la servilleta
como si esparciera sal para limpiar la otra
y levantar el conjuro

la piel morena de la mano
la piel naranja de la fruta
la sal y la servilleta sobre una mesa
en el comedor iluminado
por los muros de cal blanca
y el timbre del sol
en los carillones del reloj

Enigma

si dos ojos se mueven,
si la máquina se aquieta,
si el dinero se pone al rojo,
si el eco timbra austero,

el desierto se agita
maníaca y secamente,
la piel falla

Ejercicio 1

recordar el aparato llegando al astro
cada ojo de mica se ilumina intermitentemente
cada aguja oscila
cada número significa cierto camino andado
superficies por donde se desliza un líquido muy especial
también hay imágenes en diversas pantallas

dejar enfriar el café y finalmente
después de pagar consumición
salir a la calle
y mirar con nostalgia hacia arriba
aunque haya mucho sol, nubes y pájaros que ascienden
también se podrá comprar un periódico
y arrugarlo bajo el brazo


Amilcar Osorio (Santa Rosa de Cabal, 1940-1985), hizo estudios en el seminario de Jericó y fue uno de los fundadores del Nadaísmo, junto a Gonzalo Arango, con el apodo de Amilkar U, de quien se distanció luego de haber sido uno de sus más efectivos lugartenientes, viajando a New York y San Francisco durante los años del hipismo. De regreso a Colombia trabajó en diversos oficios, siempre sobre los filos de la navaja, hasta cuando murió, aparentemente ahogado en un lago. Es autor de uno de los mas bellos libros de poemas colombianos: Vana Stanza (1984) y de un libro de cuentos El yacente de Mantegna (1987).

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