Patricia
Iriarte |
Fotogramas Pasan mujeres frente a mi ventana; mujeres que decido mirar un momento más, como una condición para continuar el día. Mujeres que pasan por la acera de enfrente enseñándole al mundo su andar de mujeres. Algunos hombres entran en el cuadro que forma mi ventana, pero la gracia, hay que decirlo, quizás no sea una virtud masculina. Ellas saben llevar sus livianos vestidos, sus bolsos de mano, su caminar ausente o atento o distraído. Llevan su vida, la muestran, la ofrecen al mundo en su paso sereno, en la curva de su espalda, en el gesto de su frente, en la distancia que pueden alcanzar con su mirada. Observo esas mujeres, a veces; alguna que pasa, que roza mis ojos, que me atrapa. La sigo entre las palmas y el follaje de los robles hasta el tejado de una casa que me la arrebata. Luego se pierde en la siguiente cuadra. Entonces imagino su voz, le invento una historia... la abandono, me abandona. Regreso a mis quehaceres hasta que en la próxima mañana o en la tarde de la espera, otra mujer pasa frente a mi ventana. El náufrago Apacentar mis sueños Imaginar la ruta La vieja ciudad Murallas que protegen al mar de la ciudad. Mis esperanzas perdidas, Hablaremos de amor en medio de la guerra Desde el centro de tu ciudad sitiada me contarás que oíste de nuevo unos disparos. Como aquella noche. Como tantas. Que mañana quizá no venga el vendedor de frutas porque hay orden de cierre en el mercado. Aplazaré entonces la Nota desde la ciudad A las cinco y treinta, en su lisa piel de vidrio, la ciudad Patricia Iriarte ( Sincé, 1962) vive en Bogotá desde 1982. Ha publicado los libros de poemas Mal de Amores (1992) y Territorio de Delirio (1998). |