Alberto da Costa e Silva |
Soneto para Vera Estabas siempre aquí, en el paisaje. Súbitamente en despedida vives, Las regatas al sol, de la penumbra Lo que pasa persiste en lo que tengo: 5 de Setiembre Cuando nos crearon, Por eso, Imitación de Botticelli Como la luz en una caja de naranjas, y las flores que trae, en la involuntaria belleza, abren en la corteza lisa y perfecta de un fruto. El niño a caballo La mano de mi padre en el papel dibuja Sale de su mano mi mano a hacerle señas, Lloro sobre el regazo del triste, ciego y huérfano mas sin sueño y sin carne, a hablarme sin nexo mas que ponía alrededor del niño a caballo. El rostro largo y sólo, surcado de arrugas, y que nunca me ha dicho, en su pensar cortado con la silla de brazos, el pijama, sus pájaros, en el papel unía la mano al dibujar en este adiós en que estoy, desde entonces, Alberto da Costa e Silva (São Paulo, 1931) es hijo del famoso poeta del simbolismo Da Costa e Silva. Hizo estudios en Fortaleza y Rio de Janeiro, pero desde muy joven se desempeñó como diplomático con diversos destinos como Portugal, Venezuela, Italia, Nigéria, Benin y Colombia. Aparte de los libros de poemas enumerados en el artículo hay que mencionar sus notables estudios A enxada e a lança: a África antes dos Portugueses (1992), O vício da África e outros vícios (1989) y Guimarães Rosa, poeta (1992). Da Costa e Silva es actualmente el presidente de la Academia de la Lengua de Brasil. El texto que publicamos fue traducido por Consuelo Bernal. |