Violación de dioses
Qué gesto aquella violación de dioses
raza de hércules
el perfil dorio del esclavo cautiverio
etnia de ángeles en
cremación de acacias
nadie supo de los días inhumados
del lacónico banquete nocturno
del saqueo de huesos
de la oportuna melena batiendo la noche
de aquella mujer en celo
sobre los negros techos de las casas
de la lágrima mutilada
del robo del oráculo
del arrebato del sol
en el vértice entreabierto de la alcoba
prepotencia de héroes
desenterrando del polvo
el divino atropello en
mutables coordenadas
sacrosanta grosería
Ya no respiro
Ya no respiro.
Apenas permanezco bajo el
estruendo de las horas.
Metal-contra-metal
después la nada
Cuerpos inertes bajo una nube de polvo.
Y el reloj agonizando a las tres
en punto de la tarde.
Ya no respiro.
Permanezco
y la voz de mi hijo preguntando:
”¿los aviones, mamá,
siempre chocan contra las casas?”
Mónica Saldías (Montevideo, 1960), hizo estudios de Literatura y Derecho en la Universidad Oriental del Uruguay y reside desde comienzos de los años noventa en Suecia. Algunos de sus libros son Obsesión de Pájaros (1986), El mar en tus zapatos (1988) y En algún lugar de la tierra (1991)
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