Cinco, siempre cinco.....
Una ... dos ...
... oportunidades para acercarme a tu cuerpo de bellos pies, tersas manos y luminosos ojos;
... tres ... cuatro
... besos, ardientes e insuficientes besos... me llevan a tu sexo erguido (la más íntima expresión de tu existencia): tan húmedos, tan deseables, tan exquisitos ambos;
... c i n c o
... escasas horas a tu lado, en dosis cortas, ¿exactas?, me
mantendrán deseoso de tu cuerpo para estas noches invernales.
Combate
La paz del corazón
en eterno duelo con el
hambre del cuerpo.
Vista desde Twin Peaks
La neblina ha descendido lentamente sobre la bahía.
Desde la punta de uno de los picos gemelos
los edificios altos lucen con su falda blanca
y el Golden Gate, del otro lado,
sobre las violentas aguas del Pacífico.
Abajo, caminando sobre las banquetas de la ciudad,
las fuertes corrientes del viento convergen y se arremolinan en las esquinas de estas frágiles construcciones Victorianas.
La bandera del arcoiris ondea
en el montículo de Castro y Market Street.
Ellos y ellas: tomados de las manos o abrazándose
o besándose o proclamándose...
Carnívoro
Dos famélicos desafiándose;
dos leones de Nemea frente a frente.
Ambos se disponen
para iniciar el ritual
en el patíbulo de cuatro esquinas
sostenido por cristales triangulares
sostenidos en vidrios de agua.
¿Por dónde iniciar
a comer al otro? Por la delgada piel,
sin duda. Agazapados, rondándose,
el olfato como primer goce.
Al lanzar el primer zarpazo un hilillo de sangre
rápidamente escurre sobre tu rostro.
Salto a dar la primera mordida.
Retrocedo asustadizo, mis dientes sensibles a lo caliente,
súbitamente cegado
por el esplendor de tu carne exponiéndose.
Entre almohadas de plumas de quetzal y pavos reales
y sábanas de algodón tejidas a mano en la mixteca oaxaqueña:
Borbotones de sangre. Mordidas sin clemencia.
Ojos claros suplicantes.
Huesos corroídos. Y el suelo se cimbra.
Sin presencia de luz, los cuerpos
no titubean durante el combate. Uno se levanta triunfante sobre el cuerpo del otro.
No hay dolor o sufrimiento en el que ha perdido la batalla pero ha ganado en muerte.
Tendidos, sangrantes, satisfechos...
Rastros de carne entre dientes destellantes.
Memorial del cuerpo
(Fragmento)
{tres}
Toute idée de noir est faible pour exprimer le long ululement de noir sur noir éclatant ardemment
César Moro
todos los colores hacen el negro
blanco mucho más blanco
el color gris del humo del cigarro del café caliente
del vaho del
en invierno el aire expirado también es frío también es gris
el gris no es ceniza
tu cuerpo no es esa ceniza bíblica
cuando tu cuerpo sea ceniza volará por toda la Vía Láctea
más allá de Plutón hasta constelaciones circundantes
mientras tanto unos cuerpos dialogan
con las palabras que les brotan en la piel
tu cuerpo es negro es blanco es gris es verde es
es son todos los colores que tú viste
en los ojos tuviste mi cuerpo
mi cuerpo es tus palabras
tus palabras son la poesía de la humanidad
la humanidad desbordada
que te pide milagritos
mil a gritos
pidiéndote tantas y tantas cosas
todos los sonidos al mismo tiempo te ensordecen.
Sergio Téllez-Pon (México, 1981), poeta, crítico literario, ensayista y narrador, estudia literatura hispanoamericana en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es coautor de la Antología histórica de la poesía mexicana del siglo XX que aparecerá bajo el sello del Fondo de Cultura Económica. Tiene inédito un ensayo biográfico sobre Xavier Villaurrutia. Los poemas que publicamos pertenecen a su primer libro, No recuerdo el amor sino el deseo. Vive entre San Francisco y Ciudad de México. <<< Volver |