Ósip Mandelshtam

Si me apresaran nuestros enemigos

Sí me apresaran nuestros enemigos
y la gente dejara de hablarme;
sí me despojaran de todo:
del derecho a respirar y a abrir las puertas,
a afirmar que la vida continua
y que el pueblo, como un juez, juzga;
si se atrevieran a tratarme como a un animal
y me arrojaran la comida en el suelo,
no callaría, ni atenuaría el dolor,
sino que dibujaría lo que quisiera,
tañería la desnuda campana de los muros,
y tras despertar el rincón de las tinieblas enemigas,
anudaría diez cabellos en mi voz
y pasaría la mano, como un arado, por las tinieblas,
y en la profunda noche de guardia
se humedecerían los ojos de los labradores,
y apretado en una legión de ojos fraternos,
caería con el peso de toda la cosecha,
con la brevedad de los juramentos lejanos,
y echaría a volar la camada de los fogosos años,
y musitaría Lenin en medio de la tormenta,
y en la tierra, que huye de la putrefacción,
Stalin despertaría la razón y la vida.

[1937]


Verde Creta, vasta isla azul

Verde Creta, vasta isla azul de alfareros.
Tus dones se cuecen en el rumor de la tierra.
¿Oyes el ruidoso batir de aletas subterráneas?

Este mar apareció como caído del cielo
en la afortunada arcilla de la cocción.
Y la vasija del gélido poder
se hendió en el mar y en el ojo.

Devuélveme lo que es mío, isla azul,
voladora Creta, devuélveme mi trabajo
y con tus rebosantes pezones de diosa
amamanta la recién cocida vasija…

Existió y cantó, volviéndose azul,
mucho antes que la Odisea,
hasta que, como alimento y bebida,
lo llamaron «mío» y «mía».

Hazte fuerte, brilla,
estrella del cielo de bovinos ojos,
azar, pez volador, afirmativa agua.

[1937]
 

Quizás sea un signo de locura

Quizás sea un signo de locura,
quizás sea tu conciencia, enlace de la vida,
donde nos reconocen y lanzan a la existencia…

Así la discreta araña de luz
deshace las aristas de las vidrieras
de las catedrales del más allá
y de nuevo las junta en un único haz.

Gozosos fajos de líneas puras
gobernados por un silencioso rayo
se reúnen y un día se encontrarán
como huéspedes de altiva cabeza,
aquí solo, en la tierra y no en el cielo,
como en una casa llena de música,
pero no los asustemos, ni les hagamos daño:
sería bello vivir para verlo…

Perdonad lo que os digo
y leedlo en silencio, en silencio…

[1937]
 

Versos del soldado desconocido

I
Que este aire sea testigo
de su corazón de largo alcance,
y en las trincheras, un omnívoro
y activo océano sin ventana es la materia…

¿De qué sirven estas estrellas delatoras?
Todo deben escrutar. ¿Para qué?
En la reprobación del juez y del testigo,
en un océano sin ventana, está la materia.

Recuerda la lluvia, rudo sembrador
—su anónimo maná—,
cómo bosques de crucecitas
señalaban al océano o cuña militar.

Habrá gente débil y fría que matará,
sentirá hambre y frío
y en una célebre tumba
descansará el soldado desconocido.

Enséñame, débil golondrina
que has desaprendido a volar,
cómo dominar esta tumba aérea
sin timón y sin alas.

Y de Lérmontov, Mijaíl,
te entregaré un severo informe
de cómo la bóveda enseña a la tumba
y una fosa de aire imanta.

II

Con temblorosos racimos de uva
nos amenazan estos mundos,
y de ciudades furtivas, dorados lapsus,
delaciones, bayas de hielo tóxico,
penden las elásticas tiendas
de campaña de las constelaciones,
los dorados sebos de las constelaciones…


III

Mezcla arábiga, picadillo,
luz pulverizada por la velocidad del rayo.
Con sus suelas oblicuas
permanece el rayo en mi retina.

Millones de muertos de remate
abrieron una senda en el vacío:
¡Buenas noches! Le desean
lo mejor las enterradas fortalezas.

Incorruptible cielo atrincherado,
cielo de multitud de muertes al por mayor,
por ti, lejos de ti, íntegro,
llevo mis labios a las tinieblas.

Por maltrechos cráteres, terraplenes,
desprendimientos, demoraba y abrumaba:
El sombrío, virulento y
humillado genio de las tumbas.

IV

Muere bien la infantería
y canta bien el coro nocturno
sobre la aplastada sonrisa de Sveijk,
sobre la lanza de pájaro de Don Quijote,
y sobre el metatarso de pájaro del caballero.
Y el inválido se hace amigo del hombre
—a ambos les aguarda el trabajo-
y en la valla del siglo,
con muletas de madera llama la familia.
¡Eh, la camaradería, el globo terrestre!

V

¿Para qué debe crecer el cráneo
por toda la frente —de sien a sien—?
¿Para que a sus queridas órbitas
puedan penetrar las tropas?
En vida crece el cráneo
por toda la frente —de sien a sien—,
se atormenta por la nitidez de sus suturas,
se aclara con la cúpula del entendimiento,
espumea con las ideas, se sueña.
Cáliz de cálices y patria de patrias,
recamada cofia de pespuntes de estrellas,
gorrito de la felicidad, padre de Shakespeare…

VI

Claridad del fresno,
sutileza del sicomoro,
apenas enrojecido regresa a casa,
como si de vahídos los dos cielos
con su pálido fuego cubriera.

Solo el exceso nos une.
Delante no hay un abismo,
sino un error en el cálculo.
Y luchar por el aire necesario
es la gloria a otro no reservada.

Y saturando mi conciencia
con una vida medio agitada,
¿Beberé acaso este brebaje no escogido?
¿Comeré mi propia cabeza bajo el fuego?

¿Para eso se preparó la tara
del hechizo en el espacio vacío?
¿Para qué las estrellas blancas
apenas enrojecidas regresaran a casa?
¿Escuchas,
madrastra del campamento estelar,
la noche que caerá ahora y luego?

VII

Vierten sangre las aortas,
y en las filas, un susurro resuena:
Yo nací en el noventa y cuatro,
yo nací en el noventa y dos…
y apretando en el puño el triturado
año de nacimiento, en tropel, con la manada,
cubierta la boca de sangre, susurro:
—Yo nací en la noche del dos al tres
de enero del noventa y uno,
año sin esperanza, y los siglos
me rodean con el fuego.

[1937-1938]

Corazón de largo alcance: alusión a la artillería de largo alcance, que hizo su aparición en la Primera Guerra Mundial. El océano sin ventana es la materia: alusión a las mónadas de Leibniz. Cuña militar: estrategia bélica inventada por los romanos. El soldado desconocido: según el testimonio de Nadezhda Mandelshtam, se trata del propio poeta.

Lérmontov: alude al Demonio, poema extenso de Lérmontov. Con temblorosos racimos de uva: alusión al gas tóxico empleado en la Primera Guerra Mundial. Los dorados sebos: alusión al hambre, mediante el uso del «sebo» de las cartillas de racionamiento. Svejk: personaje principal de la novela de Jaroslav Hasek Las aventuras del buen soldado Svejk, ambientada en la Primera Guerra Mundial.


Aún no estás muerto, aún no estás solo

Aún no estás muerto, aún no estás solo.
Con tu amiga gozas de la grandeza de las llanuras,
de la niebla, del frío y de la nevada.

Vives sereno y confortado en la opulenta pobreza,
y en la poderosa miseria. Benditos los días y las noches,
e inocente, la dulce y sonora fatiga.

Infeliz aquel que, como su sombra,
teme el ladrido y maldice el viento.
Y miserable aquel que, medio muerto,
pide limosna a su propia sombra.

[1937]

[Versiones de Jesús García Gabaldón]

Ósip Emílievich Mandelshtam [Varsovia, 1891–1938] fue denunciado y arrestado en mayo de 1934 por escribir un poema contra Stalin. Condenado a cinco años de destierro fue deportado a Kolymá, donde murió en un campo de tránsito cercano a Vladivostok. Considerado uno de los mayores poetas rusos su obra fue conservada por Nadezhda Mandelshtam, su mujer.